El Cristianismo.
“El Cristianismo nos ordena también, ante todas cosas, resignarnos y conformarnos en la santa voluntad de Dios; que no debemos tomar consejo de la carne, ni nutrirnos de vanas cavilaciones, ni dar vida a quiméricos pesares y deseos, tener presente que nada sabemos, y que lo peor y lo más cruel que se ofrece a vuestra vista no es tal como aparece y que todo cuanto nos sucede acá abajo debemos recibirlo como cosa enviada de Dios altísimo, diciendo: “¡Esto es lo bueno y lo sabio! ¡Loado sea Dios! ¡Sólo Él es grande! Aunque me mate, he de crecer y confiar en Él.”
Tomás Carlyle. Los Héroes.
A. LA INSPIRACION EN LA BIBLIA.
Aunque fue escrita por seres humanos en idiomas humanos, la Biblia no es sólo un libro humano. Es inspirado por Dios. Los escritores fueron motivados por Dios, y las palabras que escribieron fueron supervisadas por Dios. La inspiración de la Biblia puede demostrarse de varias maneras.
Los escritores bíblicos aseguran ser motivados por el Espíritu de Dios.
En todas las sagradas Escrituras, los autores aseguran estar bajo la dirección del Espíritu Santo. David dijo: "El Espíritu del Señor habló por medio de mí; puso sus palabras en mi lengua" (2 Samuel. 23:2, NVI). Pedro, al hablar del Antiguo Testamento en su totalidad dijo: "la profecía no ha tenido su origen en la voluntad humana, sino que los profetas hablaron de parte de Dios, impulsados por el Espíritu Santo" (2 Pedro 1:21, NVI). No todos los profetas fueron conocidos como tales. Algunos eran reyes, como David; sin embargo, él era portavoz de Dios. De hecho, se le llega a llamar "profeta" (Hechos 2:29-39). Otros eran legisladores, como Moisés; pero también él fue profeta o vocero de Dios (Deuteronomio. 18:18). Algunos escritores bíblicos incluso rechazaron el título de "profeta", como Amós, quien con ello quiso decir que no era profeta profesional, a la manera de Samuel y su "escuela de profetas" (1 Samuel. 19:20). Sin embargo, aunque Amós no fuera profeta de oficio, ciertamente era profeta por don de Dios (ver Amos. 7:14). Es decir que estaban siendo utilizados como voceros de Dios. Tampoco todos los que eran profetas hablaban siempre en primera persona diciendo "así dice el Señor". Quienes escribieron libros históricos, como el profeta Jeremías escribió los libros de Reyes, hablaban con un implícito "así hizo el Señor". Su mensaje era acerca de los hechos más que de las palabras de Dios para con su pueblo. Sin embargo, todos los escritores bíblicos fueron canales a través de los cuales Dios transmitió su mensaje a la humanidad.
Las Escrituras aseguran haber sido inspiradas por Dios.
Además, el apóstol Pabló declaró: "Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir y para instruir en la justicia, a fin de que el siervo de Dios esté enteramente capacitado para toda buena obra" (2 Timoteo 3:16-17, NVI). Jesús describió las Escrituras como la misma "palabra que sale de la boca de Dios" (Mateo 4:4, NVI). Fueron escritas por hombres que hablaron de parte de Dios. Pablo dijo que sus escritos eran "palabras...que enseña el Espíritu" (1 Corintios 2:13, RVR1995). Como Jesús dijo a los fariseos: "Entonces, ¿cómo es que David, hablando por el Espíritu, lo llama 'Señor'?" (Mateo 22:43, NVI).
La Biblia afirma haber sido escrita por profetas de Dios.
Los autores bíblicos eran profetas y apóstoles de Dios. Se les denomina con diferentes calificativos que nos informan acerca de su papel en la producción de las Escrituras:
1) hombre de Dios (1 R. 12:22), es decir quien ha sido elegido por Dios;
2) siervo del Señor (1 R. 14:18), una indicación de fidelidad a Dios;
3) mensajero del Señor (Isaías. 42:19), es decir, enviado por Dios;
4) vidente (ro'eh) u observador (hozeh) (Isaías. 30:9-10), lo que revela un entendimiento proveniente de Dios;
5) hombre del Espíritu (Os. 9:7, RVR1995; Miqueas. 3:8), es decir, quien habla por el Espíritu de Dios;
6) centinela (Ezequiel. 3:17), lo que refleja un estado de alerta para con Dios; y
7) profeta (la denominación más común), es decir, vocero de Dios.
La naturaleza de un profeta bíblico. La naturaleza del profeta bíblico se describe con gran viveza en estos términos: "Habla el Señor omnipotente; ¿quién no profetizará? (Amós 3:8, NVI). Es quien dice "todas las palabras que Dios había hablado" (Ex. 4:30, LBLA). Dios dijo a Moisés a propósito de un profeta: "pondré mis palabras en su boca, y él les dirá todo lo que yo le mande" (Deuteronomio. 18:18, NVI). Y agregó: "No añadan ni quiten palabra alguna a esto que yo les ordeno" (Deuteronomio. 4:2, NVI). Jeremías recibió esta orden: "Así dice el SEÑOR: 'Ponte en el atrio de la casa del SEÑOR, y habla a todas las ciudades... todas las palabras que te he mandado decirles. No omitas ni una palabra'" (Jeremías. 26:2, NVI). Abreviando, un profeta era alguien que decía lo que Dios le ordenaba decir, ni más ni menos.
"Lo que la Biblia dice, Dios lo dice".
Otra forma en que la Biblia asegura ser Palabra de Dios se expresa en la siguiente fórmula: "Lo que la Biblia dice, Dios lo dice". Esto se manifiesta en el hecho de que en pasajes del Antiguo Testamento se asegura que "Dios lo ha dicho" y en cambio cuando el mismo texto es citado en el Nuevo Testamento se afirma que "las Escrituras" lo dicen. Algunas veces también es al contrario: en el Antiguo Testamento la Biblia lo registra, pero en el Nuevo Testamento se declara que Dios lo dijo. Considere la siguiente comparación:
Lo que Dios dice. . . la Biblia lo dice: Génesis. 12:3 Gálatas. 3:8 ;Éxodo. 9:16 Romanos. 9:17
Lo que la Biblia dice. . .
Dios lo dice: Génesis. 2:24 Mateo. 19:4,5
Salmos. 2:1 Hechos. 4:24,25
Isaias. 55:3 Hechos. 13:34
Salmos. 16:10 Hechos. 13:35
Salmos. 2:7 Hebreos. 1:5
Salmos. 97:7 Hebreos. 1:6
Salmos. 104:4 Hebreos. 1:7
Salmos. 95:7 Hebreos. 3:7
En palabras sencillas, inspiración significa "lo que diga la Biblia, lo dice Dios". Con palabras más precisas: "Lo que la Biblia afirme que es verdad, es verdad, y lo que la Biblia afirme que es mentira, es mentira".
Los escritores bíblicos aseguran: "así dice el Señor"
Otra forma en que la Biblia describe su propia inspiración es con frases como "así dice el SEÑOR" (Isaías. 1:11,18; Jeremías. 2:3,5), "Dios dijo" (Génesis. 1:3,6), "La palabra del Señor vino a mí" (Jeremías. 34:1; Ez. 30:1) u otras similares que aparecen cientos de veces en la Escritura. Estas expresiones revelan, más allá de toda duda, que el escritor afirma que su mensaje es la Palabra de Dios misma. De hecho, por su misma naturaleza los profetas no podían agregar ni eliminar ninguna de las palabras que Dios hablara a través de ellos.
La Biblia afirma ser la "Palabra de Dios".
En muchas ocasiones la Biblia asegura ser la "Palabra de Dios" con esas mismas palabras. Jesús dijo a los judíos de su tiempo: "Así por causa de la tradición anulan ustedes la palabra de Dios" (Mt. 15:6, NVI). Pablo se refiere a las Escrituras como "los oráculos de Dios" (Romamos. 3:2, LBLA), y Pedro declara: "Pues ustedes han nacido de nuevo, no de simiente perecedera, sino de simiente imperecedera, mediante la palabra de Dios que vive y permanece" (1 P. 1:23, NVI). Además, el escritor de Hebreos afirma: "Ciertamente, la palabra de Dios es viva y poderosa, y más cortante que cualquier espada de dos filos" (Hebreos. 4:12, NVI, con énfasis agregado en todas las citas).
La Biblia asegura tener autoridad divina.
Muchas otras palabras o frases utilizadas en la Biblia para describirse a sí misma conllevan la afirmación de tener autoridad divina. Jesús dijo que la Biblia es indestructible en el sentido de que nunca perecerá (ver Mateo. 5:17,18); es infalible o "inquebrantable" (ver Juan. 10:35); tiene la autoridad definitiva (Mateo. 4:4,10; 5); y es suficiente para la fe y la práctica (ver Lucas. 16:31; 2 Tim. 3:º16-17).
La autoridad divina de las Escrituras se extiende a todo lo que está escrito (2 Tim. 3:16); incluso las palabras mismas (ver Mateo. 22:43; 1 Corintios. 2:13), los tiempos de los verbos y el número de los sustantivos (ver Mateo. 22:32 y Gálatas. 3:16), hasta las partes más pequeñas de las palabras (Mateo. 5:17,18). Es decir que aunque la Biblia no haya sido dictada verbalmente por Dios al hombre, el resultado es tan perfecto como si hubiera sido así. Porque los autores bíblicos aseguraron que Dios es la fuente de las palabras de la Escritura, ya que Él supervisó sobrenaturalmente el proceso mediante el cual el hombre, usando su propio vocabulario y estilo, registró el mensaje de Dios (2 Pedro. 1:20-21).
La Biblia fue escrita con términos humanos.
Aunque la Biblia asegura ser la Palabra de Dios también es palabra de hombres. Asegura ser la comunicación de Dios a los seres humanos con palabras humanas. Aunque asegura tener una fuente divina, la Biblia es también un libro totalmente humano.
Primero que nada, cada libro de la Biblia fue obra de un escritor humano, más de treinta en total, incluyendo a Moisés, Josué, Samuel, Nehemías, David, Salomón, Isaías, Jeremías, Esdras, Ezequiel, Daniel, Oseas, Joel, Amós, Abdías, Jonás, Miqueas, Nahúm, Habacuc, Sofonías, Hageo, Zacarías, Malaquías, Mateo, Marcos, Lucas, Juan, Pablo, Santiago, Pedro y Judas.
Segundo, la Biblia incluye diferentes estilos literarios, desde la lúgubre métrica de Lamentaciones hasta la sublime poesía de Isaías, desde la sencilla gramática de Juan hasta el complejo griego de la carta a los Hebreos.
Tercero, la Biblia muestra perspectivas humanas: David habló en el Salmo 23 desde la perspectiva de un pastor; el libro de Reyes está escrito desde el punto de vista de un profeta; Crónicas, desde un punto de vista sacerdotal; Hechos manifiesta un interés histórico; y 2 de Timoteo, el corazón de un pastor. Los escritores hablan desde la perspectiva del observador cuando hablan de la salida o la puesta del sol (ver Josué. 1:15).
Cuarto, la Biblia revela patrones y procesos de pensamiento humano, incluyendo el razonamiento humano (como en Romanos) y memoria humana (ver 1 Corintios. 1:14-16).
Quinto, la Biblia revela emociones humanas, tales como la aflicción expresada acerca de los israelitas (ver Romanos. 9:2) o la ira contra los gálatas (ver Gálatas. 3:1).
Sexto, la Biblia revela intereses humanos específicos indicados por su elección de imágenes: Oseas tenía intereses rurales, Lucas intereses médicos y Santiago interés en la naturaleza.
Finalmente, algunas veces utiliza fuentes humanas: es posible que Lucas haya redactado su evangelio apoyándose en otras fuentes escritas (Lucas. 1:1-4); el Antiguo Testamento a menudo utilizaba fuentes escritas no canónicas (cf. Josué. 10:13); Pablo citó tres veces a poetas no cristianos (Hechos. 17:28; 1 Corintios. 15:33; Tito. 1:12); Judas citó material de libros no canónicos (Judas. 9,14). Por supuesto, toda verdad viene originalmente de Dios, independientemente de su fuente inmediata.
Algunas veces los críticos objetan la humanidad de la Biblia, arguyendo que: 1) Si la Biblia es un libro humano, debe tener errores, porque "errar es humano"; por lo tanto, la Biblia debe tener errores. Sin embargo, la falacia de este razonamiento yace en la suposición errónea de que "los humanos siempre cometen errores". Un directorio telefónico perfecto no contiene errores. Cualquiera puede escribir un libro sin errores. Este es uno: Página uno: "2 + 2 = 4". Página dos: "2 + 3 = 5". Si simples humanos pueden escribir libros sin errores, ¿cuánto más podrán hacer quienes están bajo el cuidado especial y providencial de Dios, quien los preserva contra todo error (como aseguran los autores de la Escritura acerca de sí mismos)? De hecho, así como Jesús fue divino y humano, pero sin pecado (Hebreos. 4:15; 2 Corintios. 5:21), igualmente la Biblia tiene una dimensión divina y humana, pero sin errores (Mt. 22:29; Juan. 17:17).
¿Cómo puede Dios producir un libro perfecto a través de instrumentos humanos imperfectos? ¡Igual que se puede trazar una línea recta con una vara torcida! Jesús dijo a sus discípulos: "cuando venga el Espíritu de la verdad, él los guiará a toda la verdad" (Juan. 16:13, NVI). Por tanto, las Escrituras producidas por hombres de Dios, con la guía del Espíritu Santo, son la Palabra de Dios misma.
Bibliografía: Geisler, Norman L., La inspiración en la Biblia, Nam.net, USA, 2010.
Conversando con un rabino acerca de por qué no aceptan a Jesucristo como el Mesías, me remitió a algunos conceptos de algunas organizaciones que propugnan por la enseñanza de La Torah. Fundamentalmente, según este rabino los judíos no aceptan a Jesús como su Mesías porque no cumplió las profecías mesiánicas, porque el cristianismo contradice la teología judía, porque Jesús no cumplió con los requisitos de Mesías, porque los versículos bíblicos referentes a "Jesús" son traducciones incorrectas y porque la creencia judía se basa en una revelación nacional.
Leamos el conversatorio entre profesor y alumno de Torah, en donde este último pregunta y el primero responde:
Rabino: “…Hemos venido estudiando las inconsistencias sobre los evangelios y las terribles contradicciones que aparecen en ellos. Hemos visto como se contradicen las cuatro versiones evangélicas; inconsistencia en los nombres verdaderos de los 12 discipulos; las dos versiones de la traición de Judas; las contradictorias versiones del nacimiento virginal y sobrenatural de Jesus, etc. Ahora seguiremos analizando otros aspectos relaciones con esta figura que podriamos decir, se antepone religiosamente a la figura que pudo haber existido realmente y que conocemos como Yahoshuah Ben Yossef. Veamos ahora algunos aspectos historicos sobre el particular…”
Pregunta: ¿Por qué hay tan escaso material histórico sobre la vida de Jesus?
Respuesta: Eso te quiero compartir. Por ejemplo, de los trabajos de mas de 40 historiadores de la época cercana al nacimiento o a la muerte de Jesus, realmente es muy escaso el material que se refiere a él. Estoy hablando de historiadores como: Apolonio, Apio, Apión de Alejandria, Arriano, Aulus Gelius, Columela, Damis, Dio Crisóstomo, Dion Pruseus, Epicetos, Favorinos, Florio Lucio, Hermógenes Silius, Italicus, Justo de Tiberias, Juvenal, Lacanos, Luciano, Lysias, Marcial, Paterculos, Pausanias, Persuis, Petronio, Feadrus, Filo Judeo, Flegon, Plinio el Viejo, Plutarco, Pomponio Mela, Tolomeo, Quintiliano, Quinto Cursio, Séneca, Estacio, Teon de Esmirna, Valerio Flaco y Valerio Máximo. Ninguno de ellos, a pesar de ser tan descatados historicamente, se refiere a la persona de Jesus. Solamente cuatro de estos grandes filosofos e historiadores se refieren a él como Flavio Josefo, quien supuestamente hace dos cortos comentarios sobre Jesus; como Plinio el Jóven quien hace un breve comentario sobre el particular, y Suetonio quien comenta sobre Cristos al igual que Tacito.
Pregunta: “…¿Realmente son muy pocos los historiadores que escriben sobre él y lo hacen muy marginalmente?...”
Respuesta: “…Asi es. Y lo importante aqui es que la figura mística de Jesus quien ha venido a ser tan conocida a partir del Siglo 3 hasta la fecha, en los tres primeros siglos de la era común no tuvo la relievancia que hoy dispone. Cosa muy diferente podriamos pensar del personaje Yahoshuah Ben Yossef, el hombre judio hijo de una mujer y un hombre, que asi como otros personajes judios su importancia se midio solamente en los circulos judios. De existir este otro personaje, sin los atributos divinos que los cristianos le endilgaron a su Jesus, se pudo haber dado la figura de mesias dentro de los judios aunque todavia existen algunos vacios para que este mesias cumpliera todos los requisitos necesarios. Aqui podriamos entonces establecer las diferencias entre el Yahoshuah Ben Yossef judío cumplidor de toda la halajá judia y el Jesucristo creado por otro misteriosos personaje llamado Pablo de Tarso quien vino de Turquia a Israel y plasmo todos sus conocimientos religiosos paganos sobre quien se suponia ser un mesias judio, convirtiendolo en un ídolo para todas las naciones…”
Pregunta “…¿Y que dice Josefo sobre Jesus?...”
Respuesta: “…Primero que todo tenemos que advertir que lo que conocemos de Josefo puede ser veraz como pudo haber sido editado por los eruditos cristianos para darle mayor preponderancia y respeto al Jesus que estaban entregándole al mundo. Por lo tanto, no podriamos asegurar que lo que Josefo, el maximo historiador judio, supuestamente escribio acerca de Jesucristo, sea verdaderamente lo que su pluma dejo escrito. En su libro "Antiguedades de los Judios" publicado hacia el año 93 de la Era Común, Josefo refiere primeramente a "Santiago, el hermano de Jesus conocido como el cristo". Y mas adelante manifiesta: "Por aquel tiempo existió un hombre sabio, llamado Jesús, si es lícito llamarlo hombre, porque realizó grandes milagros y fue maestro de aquellos hombres que aceptan con placer la verdad. Atrajo a muchos judíos y a muchos gentiles. Era Cristo. Y cuando Pilato, por sugerencia de los hombres principales entre nosotros lo condenó a la cruz, aquellos que antes lo habían amado no dejaron de hacerlo, porque se les apareció al tercer día resucitado; los profetas habían anunciado éste y mil otros hechos maravillosos acerca de él. Desde entonces hasta la actualidad existe la agrupación de los cristianos…".
Pregunta: “…¿Entonces de acuerdo a Josefo podemos creer que Jesus existió realmente, no es asi?...”
Respuesta: “…¿Eso es lo que pensariamos de primera mano, pero hay muchos problemas que nos impiden creer lo que alli se dice. Primero que todo tenemos que analisar cuidadosamente que dicho pasaje no encaja con el contexto que lo precede. Otro aspecto que es muy importante destacar es que el pasaje fue escrito desde una perspectiva gentil o cristiana y no bajo la perspectiva judia, ya que Josefo fue un judío que peleó y vivió por su pueblo. La ponderación que supuestamente hace Josefo de Cristo es ingenua. Otro aspecto que es muy importante considerar es que de haber sido cierto lo expuesto por Josefo, Origenes, uno de los eruditos cristianos de la iglesia, llamado uno de los Padres de la Iglesia, a pesar de haber tenido en cuenta las historias de Josefo para realizar sus exposiciones cristianas, el nunca se basó en estos dos pasajes que hemos estudiado y que se suponen sean de autoria de Josefo. De haber sido cierto, Origenes hubiera sido el principal beneficiario de dichas bases para fundamentar sus creencias cristianas. Mas adelante, al celebrarse un debate escrito entre Origenes y el filosofo pagano Celso sobre temas relacionados con el cristianismo, Celso señala que Josefo no creyó que Jesus hubiera sido el Cristo. Esto es muy significativo porque nos muestra que dichos pasajes adscritos a Josefo no existian en los primeros siglos y mas bien corrobora el trabajo de los eruditos cristianos por enforzar las creencias sobre Jesus y mucho mas dándole fuerza con un personaje tan importante como lo fue Flavio Josefo para la cultura judia. Aqui cabe la pregunta: Cómo es que por mas de dos centurias los Padres de la Iglesia no supieron nada acerca de estos pasajes escritos por Josefo? De haber sido verdad, no hubieran sido estos dos pasajes lo mas destacado para soportar y fundamentar la fe histórica de los cristianos? Las referencias a estos dos pasajes solo aparecen en el Siglo cuarto cuando otro Padre de la Iglesia, Eusebio, se refiere a ellos. Y todo parece indicar a los historiadores que el autor de esta "edición" a los originales de Josefo fue el mismo Eusebio quien no tuvo ningún impedimento para cometer fraudes en favor de los intereses de la fe cristiana...”
Pregunta: “…¿Que otros autores se refieren a Jesus?...”
Respuesta: “…Tácito,historiador romano, en su libro 'Anales', publicado en el año 115, menciona cómo el emperador Nerón culpa a los cristianos del incendio de Roma en el año 64 de la Era Común. El manifiesta que el nombre 'Cristianos' se origina de una persona llamada 'Cristos' que habia sido ejecutado por Poncio Pilato durante el reinado de Tiberio. Pero él nunca mencionó a Jesus, sino a una persona llamada Cristo. Asi, Tacito no nos da una evidencia creíble sobre el Jesus histórico...” “… Suetonio, quien nació en el año 75 y murió en el 150 de la e.c..en su libro 'Vidas de los Cesares o los Doce Cesares' publicado hacia el año 119-120 e.c., menciona que el emperador Claudio echó a todos los Judios de Roma (año 49 e.c.) porque ellos causaban continuos disturbios bajo la instigación de un cierto 'Crestus'. Si este Crestus se refiere a Jesus, entonces este pasaje contradice la historia cristiana de Jesus, quien supuestamente habia sido crucificado por Poncio Pilatos y quien reinó entre el 26 y el 36 e.c.; además, supuestamente, Jesus nunca estuvo en Roma. Asi, Suetonio tambien carece de validez historica para evidenciar la historicidad de Jesus…” “…Plinio el Jóven, hacia el año 112 e.c. le escribió una carta al emperador Trajano desde Asia Menor, solicitando su consejo para la persecución de los cristianos. La carta no menciona nada acerca de un Jesus y simplemente menciona que ciertos cristianos maldecian a Cristos con el fin de evitar ser castigados…”
La primera pregunta que un Judio se hace es: “…Quien escribió la Biblia Cristiana?...”
“…La respuesta no es precisa porque no se conoce un autor directo o responsable de los documentos que alli se incluyen; caso contrario a la Torah Judia que le fue dada a Moshe Rabenu por el Eterno en el Monte Santo del Sinay…” “…Los origenes de la Biblia Cristiana se remontan al Imperio de Constantino hacia el ano 325 dc. Constantino, cuyo nombre original era Flavius Valerius Aurelius Constantinus, hijo del emperador romano Constantino Cloro quien murio en el ano 306, habia nacido el 27 de Febrero del 274 (murio el 22 de Mayo del 337). Despues de vencer a su rival Majencio en el 312 se quedo con el imperio trasladando a Constantinopla la capital del Imperio. Considerando Constantino la importancia de controlar la religion de los pueblos para controlar sus mentes, acepto ser bautisado por el Obispo cristiano de Cesarea, Eusebio, viniendo a ser el Primer Emperador cristiano a lo que la iglesia le transfirio el titulo de "El Grande". Todo ello lo hizo considerar al cristianismo como su emblema y mantuvo una actitud favorable hacia los cristianos, mas no asi hacia los Judios, a quienes en el ano 321 promulgo una ley que obligaba a los Judios a pagar altos impuestos mientras que los Judios que se cristianizaban eran favorecidos. Asimismo, se les prohibio realizar el rito sagrado de la Circuncision, asi como el matrimonio entre cristianos y judios, imponiendose la pena de muerte a quien transgrediera la ley. De la misma manera se les prohibio a los Judios su entrada a la Ciudad Santa de Jerusalem. Fue su madre, Elena, quien vino a desempenar un papel muy importante en toda esta comision de abrazar elk cristianismo y rechazar el Judaismo. Elena habia sido repudiada por su esposo Constancio Cloro, quien prefirio abandonarla por casarse con la hija del emperador romano Maximiliano y asegurar su posicion politica. Los casi 15 anos que Elena estuvo abandonada fueron recompensados por su hijo Constantino, quien una vez en el poder le reconocio a su madre el tirulo de Emperatriz. La influencia de la emperatriz era muy fuerte sobre su hijo…” “…Una vez en el poder, Elena consiguio de su hijo el apoyo para ir a Jerusalem y comenzar a excavar muchos sitios. Su fanatismo llego al punto de asegurar que habia encontrado el madero en el cual habia sido cricificado Jesucristo y lo trajo consigo. Asimismo, muchos sitios fueron escogidos como los lugares donde habia nacido Jesus, Maria, la tumba de Jesus. el Calvario, la Via Dolorosa. Todo ello sin un fundamento arqueologico, mas bien obedeciendo a sus sentimierntos religiosos. A ella se le deben las construcciones de los templos de Belen, el Calvario y los Olivos. Por esa sed de unificar la religion cristiana, el emperador Constantino por requerimiento de su madre y pretendiendo plagiar la costumbre Judia de mantener un Canon sobre sus Libros Sagrados, se ordeno recoger cualquier documento que tuviera indicios referenciales sobre la vida de Jesucristo o sus discipulos. La cantidad de documentos recogidos fue gigantesca, mucho mas de 300 escritos…”
Pregunta: “…¿La Biblia cristiana se ha mantenido intacta desde que la escribieron?...”
Respuesta: “…La mayoria de eruditos consideran que los evangelios fueron trabajos anónimos escritos en Griego que no era exactamente el lenguaje de los Judios y naturalmente cada documento no se le atribuyó a ninguna persona en particular, o como hemos dicho, a quienes se cree que hayan sido los que aparecen como autores de cada uno de ellos. No sobra decir que posteriormente, a partir del siglo segundo cada escrito de estos ha sufrido alteraciones y adiciones, conforme al interes de los gobernantes. Lo mas delicado de todo esto es que no tenemos manera de conocer los verdaderos escritos en su forma original. Aunque el concenso general de los eruditos es que dichos originales reposan en las bóvedas de San Pedro en Roma. Desde tiempos remotos, los creyentes -no los Judios- que siguieron la secta del cristianismo sabian de antemano los problemas de la falta de autenticidad del Canon cristiano. Un caso conocido es el del escritor Celsus, renombrado escritor de mitad del segundo siglo, escribia: "Los cristianos alteraron los textos originales tres o cuatro veces, o aun mas, con la intención de destruir los argumentos de sus críticos…" “…Otro de los mas conocidos teólogos del siglo tercero fue Origenes, quien escribió sobre el particular: "Es un hecho muy obvio hoy que hay mucha diversidad entre los manuscritos (de los evangelios), debido al descuido de los escribanos o a la audacia perversa de alguien corrigiendo los textos, o al hecho de que hay quienes agregan o borran como a ellos les place, quedando ellos mismos como correctores…" “…Otra de tantas obervaciones que encontramos la vemos en la Historia Eclesiastica: "No mucho tiempo despues de la ascension [de Jesus] a los cielos, algunas historias de su vida y doctrinas llenas de fraudes piadosos y maravillas fabulosas, fueron compuestas por personas cuyas intenciones seguramente no fueron malas, pero de quienes en sus escritos se encontraron grandes supersticiones e ignorancia. Muchas producciones aparecieron que fueron impuestas al mundo por hombres fraudulentos, como los escritos de los santos apóstoles…".
Pregunta: “…¿Y cuál de tantas es la version mas autorizada de la Biblia cristiana?...”
Respuesta: “…Hay una miriada de versiones que cada una clama ser la version autorizada, pero llevan al lector a un mundo de incertidumbre y contradicciones. Josh Mc Dowell, un celebre apologista cristiano escribió en 1979 en su libro "Evidencia que demanda un Veredicto": "Aunque el estuvo manejando con unos pocos manuscritos [de la Biblia cristiana] que tenemos hoy, Philip Shaff en "Comparando el Testamento Griego y la Version inglesa" concluyó que solo 400 de las 150.000 variantes de la Biblia Cristiana causaron dudas acerca del significado textual y solo 50 de estas fueron de gran significado". Y solo hay 50 versiones de gran significancia?...Son 50 maneras de una supuesta comunicacion de Dios y los hombres. Todo ello es de mucha significancia...” “… Qué hace diferente la Biblia cristiana a la Biblia Judia? Los primeros cinco libros son llamados la Torah, los cuales contienen la ley y la teologia Judia. De acuerdo a la tradición Judia, la Torah fue dictada por D'os a Moises. Los otros libros de la Biblia Judia fueron "inspirados" (no dictados) por D'os. Contrariamente al cristianismo, no existen "versiones" de la Torah. La Ley Judia es muy clara y dura sobre aquel escribano que intencionalmente cambie una sola letra de la Torah, lo cual lo hace merecedor de la pena de muerte…” “…La Torah es leida publicamente en las Sinagogas tres dias cada semana. Si la persona encargada de leerla encuentra una sola letra del texto que se encuentra ilegible o dañada, el rollo es inmediatamente cerrado y no es vuelto a usar hasta que el daño es corregido o reparado. Despues de que el Estado Judio fue reestablecido en 1948 despues de 2000 años de exilio Judio, miles de rollos de Tora fueron traidos de vuelta a Israel desde todos los rincones del mundo. No hubo ninguna diferencia textual en los rollos con la excepción de algunos rollos de la comunidad aislada de Yemen. Ellos tuvieron una sola letra de diferencia por rollo la cual no tuvo efecto en el significado textual y esa sola letra fue inmediatamente corregida. Esto demuestra la profunda credibilidad de la transmision de la Torah Judia por mas de 3200 años comparado con del record deplorable del canon cristiano…”
Pregunta: “…¿fueron realmente los discipulos de Jesus quienes escribieron los Evangelios y las Epistolas?...”
Respuesta: “…Existe, lamentablemente, una mala interpretacion de la mayoria de la gente que cree en buena fe que los Evangelios y las Epistolas de la Biblia cristiana fueron escritos por los discipulos de Jesus. Eso no es cierto. Ninguno de estos documentos fue escrito de primera mano por Mateo, ni Juan, ni Pedro, ni Judas, ni Santiago. Esos documentos supuestamente fueron escritos por personas que conocieron a los discipulos y supuestamente ellos les pudieron transmitir los eventos…” “… De acuerdo a un historiador antiguo del siglo 4, Epifanio alcanzo a escribir que los discipulos de Jesus conservaron su Judaismo integral, respetando sus leyes y todo lo concerniente a la religion Judia, aunque leian el evangelio original de Mateo que estaba escrito en lengua hebrea, ya que dentro de las sinagogas no se leia ni se oraba en otra lengua diferente al Hebreo…” “…Lo anterior nos da una pista para creer que los demas escritos, como Lukas y Marcos se basaron en lo que conocieron originalmente de Mateo, aunque este ultimo no haya sido escrito por la mano del discipulo de Jesus, sino por alguien que posiblemente estuvo a su lado ayudandole. Las epistolas, que se cree hayan sido redactadas entre 30 a 70 anos despues de haber muerto Jesus, que se supone ocurrio hacia el ano 30 o 34, curiosamente nunca mencionan a los evangelios que se suponen debieron haber sido escritos previamente, lo que implica fuertemente que los evangelios no fueron escritos sino mucho despues de haber sido escritas las cartas o epistolas. En dichas epistolas notamos que no se refieren al Jesus historico o Judio, sino a un personaje mistico divino, identificado como el Cristo, el unguido, que mas se acerca a las figuras misticas conocidas por las religiones paganas como Hijo de los dioses. Una de estas religiones antiguas, la mas conocida era el Zoroastrismo que a traves de un personaje, Mitras, identificaba a este ser como el Hijo de Dios, quien habia compartido con sus discipulos los ultimos momentos de su vida cenando con pan y vino, estableciendo un pacto con aquellos que lo seguian, para que despues de morir les prometia resucitar, dirigirse a los cielos y posteriormente volver a rescatar a sus adeptos. Estas Epistolas, como decimos, se refieren a un ser supernatural que murio y fue resucitado "de acuerdo a las escrituras", como lo asegura 1 de Corintios 15,4, que dice: "y que fue sepultado, y que resucito al tercer dia, conforme a las escrituras…"
Pregunta: “…¿Y cómo se iba a hacer cuando todos los Judios fueran exilados y no tuvieran Templo?...”
Respuesta: “…La Ley Judia prohibe la sangre sacrificial excepto teniendo erigido el Templo. Como sabemos, el Rey Salomon fue quien construyó el Primer Templo y asi comenzó el sistema sacrificial del Templo. Recordemos tambien que durante su discurso inaugural, Salomon profetisó que un dia los Judios iban a ser exilados de Judea; asimismo anuncio que en el exilio la sola oración confesional podria completamente cubir el perdón de sus pecados. Esto fue lo que dijo Salomon: "Y si pecaren delante de ti, porque no hay hombre que no peque, y te encolerizares con ellos y los entregares delante del enemigo, y los lleven cautivos sus apresadores a la tierra del enemigo, lejana o cercana; y reconozcan en su corazon en la tierra que fueren llevados cautivos alli, y retornaren y te suplicaren en la tierra de sus apresadores diciendo: Pecamos y cometimos iniquidad, cometimos maldad y retornaren a Ti con todo su corazon y con toda su alma, en la tierra de sus apresadores que los llevaron cautivos; y te rueguen a traves de su tierra que entregaste a sus padres; la ciudad que has elegido, y la casa que construi para Tu Nombre. Entonces oiras en los cielos, residencia de tu morada, su ruego y su suplica; y haras su justicia. Perdonaras a Tu pueblo que habia pecado, y toda rebelión que se haya rebelado contra Ti y les otorgaras piedad delante de sus apresadores, y (estos) se apiadaran de ellos" (1 Shoftim 8: 46-50)…” “…Aqui vemos que Salomon claramente estableció que cuando el Pueblo Judio no tuviera acceso al Templo, la sola oración podria causar el perdón de sus pecados por parte de D'os…”
Pregunta: “…Yo encontré que el Profeta Hoshea también se refirió a ese particular...”
Respuesta: “…Claro que si… Hoshea HaNavi le dijo tambien al Pueblo Judio que estaba en exilio y sin Templo: "Tomen con ustedes sus palabras y vuelvanse a Hashem y diganle: Perdona toda nuestra iniquidad y acepta las buenas intenciones y deja que nuestros labios substituyan a los toros" (Hoshea 14.2)…” “…Hoshea estableció que en el exilio y sin Templo nuestros labios substituirian los toros; esto significa que la oración podia de ahora en adelante substituir los sacrificios. Pero miremos algo que nos va a sorprender: Vimos que en nuestra traduccion original del hebreo el verso que hemos leido termina diciendo :"...Perdona toda nuestra iniquidad y acepta las buenas intenciones y deja que nuestros labios substituyan a los toros". Pero en cambio, la traduccion de la version cristiana de la King James o la Reina Valera solo dice: "...Quita toda nuestra iniquidad y acepta el bien y te ofreceremos la ofrenda de nuestros labios…"
“…Aqui encontramos que el verdadero significado de las palabras de Hoshea fueron oscurecidas por la traduccion cristiana, ya que solamente implican que nosotros solamente podriamos orar a Dios, pero quitan las palabras "...substituyan a los toros". Ello hace que el verdadero significado de las palabras del Profeta sea escondido por la traduccion cristiana. Los traductores cristianos fueron motivados a hacer este tipo de engaño ya que la llave principal de la teologia cristiana se basa en que la sangre de Jesus substituyó a los toros, mas nó la oración. Por ello, el verso del Profeta hace que el sacrificio de Jesus sea irrelevante…” “… Asi pues, el Judaismo enseña que la oración, el arrepentimiento y la caridad o buenas obras hacen que D'os perdone nuestros pecados. El cristianismo enseña la doctrina contradictoria que Dios no perdona nuestros pecados si no creemos en Jesus quien supuestamente murió para redimir los pecados de los creyentes. La Biblia cristiana afirma que el Libro de Leviticus requiere la sangre como camino para redimir el pecado y que la sangre de Jesus reemplazó a la sangre de los animales sacrificados. Pero, en el Judaismo esta totalmente prohibido el sacrificio de humanos y por lo tanto, la sangre humana no puede ser usadas como medio de sacrificio. Aun asi, si la sangre de Jesus pudiera ser usada, esta solamente reemplazaria los sacrificios por pecados no intencionales ya que la sangre no era usada para pecados intencionales…”
“…El sacrificio animal fue usado para pecados no intencionales cuando el Templo estaba en pie. El pecado intencional requiere restitución a la victima y luego es redimido por medio de la oración, arrepentimiento y caridad o buenas obras. Yendo mas lejos, la Ley Judia especifica que la sangre animal -para pecados no intencionales- debia ser ofrecida por un sacerdote Judio en el Altar del Templo Judio y ninguna de estas condiciones fueron cumplidas por la sangre o muerte de Jesus. El Rey Salomon y el Profeta Hoshea establecieron que en el exilio la oración podia reemplazar la sangre del sacrificio por pecados no intencionales…”
Pregunta: “…¿Verdaderamente usted cree que hayan resucitado toda una cantidad de muertos como dicen los evangelios despues que Jesus murió?...”
Respuesta: “De acuerdo al evangelio de Mateo, encontramos algunos detalles muy importantes adicionales que los otros evangelios no los cuentan y nó se nos ocurre nada de por qué no lo hayan hecho. Cuando supuestamente Jesus murió, dice el escritor de Mateo que el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo; y la tierra tembló y las rocas se partieron. Tambien agrega que los sepulcros se abrieron y muchos cuerpos de santos que habian dormido se levantaron y saliendo de los sepulcros después de la resurección de el, vinieron a la santa ciudad y aparecieron a muchos. Historicamente no tenemos reporte fidedigno de algun escritor de la epoca que relate que efectivamente hubiese ocurrido una resurección de tal magnitud. En la Tanaj hebrea encontramos reportes de algunos profetas que obrando en Nombre del Eterno lograron que muy contadas personas volvieran de la muerte a la vida, como lo relata la vida de Eliseo, entre otros. Un evento como el que describe Mateo, de haber resucitado muchas personas en el momento de la muerte de Jesus no tuvo por que haber pasado desapercibido por los historiadores del momento. Flavius Josefus, el historiador judio que vivió después de la muerte de Jesus -nació en el año 37 después de la era común-, tuvo a su haber la recopilación de la historia del pueblo Judio desde los Patriarcas hasta el dia en que él murió -después del año 100- y pese a haber relatado los pequeños detalles de la vida Judia, en ninguno de sus libros fue publicado que un evento de tal magnitud como la resurección de tantos muertos haya ocurrido pocos años antes de haber nacido. El Talmud tampoco da cuenta de que una resurección de muchos muertos haya ocurrido hacia el año 33 o hacia el año 30 d.e.c., a pesar de que esta extensa compilación de eventos y costumbres judías contara la historia con pequeños detalles del pueblo Judio y sus vecinos. Tampoco encontramos reporte en la historia de que un gran terremoto haya ocurrido hacia dicha fecha. No encontramos tampoco una informacion que nos indique quiénes fueron los que supuestamente resucitaron. Si eran seguidores de Jesus o no. Si no fueron seguidores de Jesus entonces tuvieron que ser simples Judios amantes de la Torah que seguramente no conocieron la vida y obra de Jesus, o si la conocieron nadie nos da fe de ello. Filo o Filón de Alejandria, un Judio Helenizado que nació en el año 20 antes de la era común y murió hacia el año 50 de la Era Comun, quien también es un reconocido historiador de la epoca, tampoco menciona eventos de tal naturaleza. Aun asi, los demas evangelios tampoco hacen mención de estos ultimos eventos que relata Mateo y que por supuesto son de una importancia mayúscula, porque una resurección no ocurre todos los dias, ni un teremoto tampoco. Algo que llama la atención es que dentro de la literatura Judia concerniente a la época cuando el Mashiaj Ben David gobierne a Israel, sucederá que habrá resurección de muertos; pero ello nada tiene que ver con la época que estamos analizando y cuando aún el Mesias Ben David todavía no ha venido. Lo anterior nos permite sacar algunas conclusiones: Debido a que ninguno de los escritores de los evangelios fueron testigos presenciales de los eventos que relatan, hacen que sus historias se debiliten y lleguen en momentos a carecer de verdad. El cristianismo siempre ha presentado su Biblia cristiana como una obra de "inspiracion divina" y lamentablemente dicha "inspiracion" no guarda consistencia con lo relatado, ni con las fechas, ni con las costumbres ni con las personas presentadas en dichos relatos. Para que una historia o un evento sea considerada de "inspiracion de D'os" debe guardar las bases para no contradecirse asi mismo y sea reflejada por la Torah y aqui son muchas las contradicciones que se encuentran. Otros aspectos que debemos considerar para estudiar seriamente el contenido de los evangelios y las cartas evangélicas tiene que ver con los eventos que se relacionan con la supuesta "resurección" de Jesus, ya que, como hemos visto, se encuentran contradictorios. En algunos casos el relator informa que los discípulos confundieron a Jesus con el jardinero, como lo asegura Juan. Aqui cabe la pregunta: Cómo se puede confundir a una persona con la cual convivieron durante 3 años y medio dia y noches? …”
“…Maria Magdalena creyó que era el jardinero a pesar de haber estado muy cerca de Jesus los ultimos tres años de su vida. De acuerdo a Mateo, algunos de los discípulos "dudaron" de Jesus. Pablo en su carta a los Corintios manifiesta a sus seguidores que si Cristo no ha resucitado, su fe no tiene valor. Esto hace que la fe de los cristianos centren toda su energía en la creencia de que Cristo fue resucitado. Pero para un Judio todas estas dudas y contradicciones han hecho que todos esos relatos carezcan de valor y no sean un vehículo confiable para aceptar que el mesías haya venido como lo aseguraron los cristianos…”
Hasta ahí lo que se escribe en la página donde me remitió el rabino a mi pregunta de porque los judíos no creen que Jesucristo es el Mesías, dejamos el foro abierto para que los que quieran opinar al respecto asi lo puedan hacer. Y a propósito de los que escriben en el sitio de internet estos seguidores de la Torah, aclaramos que hemos dejado intacta la redacción, y encerrado entre comillas todo lo que opinan, respetando sus conceptos pero no compartiéndolos, porque el REY DE REYES ES SOLO JESUCRISTO Y PRONTO VENDRÁ POR SU IGLESIA!!.
Aunque Jesús amó a todos los hombres, tenía un afecto especial para su discípulo Juan. El apóstol mismo reveló esta relación amistosa en su evangelio, en el cual se muestra un poco renuente a mencionarse en primera persona, aunque no vacila en citar por su nombre a los demás discípulos. Este es el único de los escritores de los evangelios que se atrevió a señalar a Simón Pedro como el hombre que cortó la oreja del siervo del sumo sacerdote cuando llegaron a prender a Jesús en el huerto (Juan 18: 10). Sin embargo, nunca se menciona a si mismo por su nombre; cuando habla de “Juan” se refiere a Juan el Bautista.
En su última pascua Jesús “se conmovió en Espíritu, y declaró y dijo: De cierto, de cierto os digo, que uno de vosotros me va a entregar. Entonces los discípulos se miraban unos a otros, dudando de quién hablaba. Y uno de sus discípulos, al cual Jesús amaba, estaba recostado al lado de Jesús. A éste, pues, hizo señas Simón Pedro, para que preguntase quién era aquel de quién hablaba” (Juan 13: 21-24). ¿Quién era ese discípulo “al cual Jesús amaba”?.
Un día después de la resurrección de Cristo, Pedro tuvo una larga conversación con El. Al final, “volviéndose Pedro, vio que les seguía el discípulo a quién amaba Jesús, el mismo que en la cena se había recostado al lado de él, y le había dicho: Señor, ¿quién es el que te ha de entregar? Cuando Pedro le vio, dijo a Jesús: Señor, ¿y que de éste? Jesús le dijo: Si quiero que él quede hasta que yo venga, ¿Qué a ti? Sígueme tú” (Juan 21: 20-22). El versículo 24 revela luego la identidad de este discípulo y futuro apóstol: “Este es el discípulo que da testimonio de estas cosas; y sabemos que su testimonio es verdadero”. No puede ser otro que el autor del “Evangelio según Juan”. Juan permaneció vivo para escribir el libro de Apocalipsis mucho tiempo después del martirio de Pedro. Aparentemente fue el único apóstol que no murió martirizado. Se cree que pudo terminar sus días encarcelado pero en paz relativa en la isla de Patmos. También tuvo el privilegio de contarse entre el pequeño grupo de discípulos que fueron testigos de una visión del Reino de Dios. “Seis días después, Jesús tomó a Pedro a Jacobo y a Juan su hermano, y los llevó aparte a un monte alto” (Mateo 17:1). Allí vieron a Jesús transfigurado ante sus ojos, con Moisés y Elías.
También fue Juan el primer discípulo en creer que Cristo había resucitado de la muerte. Poco después de la resurrección, María Magdalena se acercó al sepulcro y lo vio vacío. “Entonces corrió, y fue a Simón Pedro y al otro discípulo, aquel al que amaba Jesús…” (Juan 20:2). Juan llegó primero al sepulcro, pero el impetuoso Pedro se adelantó a entrar (Versículos 3-7). “Entonces entró también el otro discípulo, que había venido primero del sepulcro, y vio, y creyó”, leáse el versículo 8.
Juan recibió de Dios una comprensión más profunda y amplia de su Salvador, quizá debido en parte a sus vínculos especiales con El. Los evangelios de Mateo, Marcos y Lucas comienzan hablando de Juan el Bautista o de la concepción de Jesús como ser humano. En cambio, el Evangelio de Juan se remonta a una época anterior al Antiguo Testamento “En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Este era en el principio con Dios. Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que había sido hecho, fue hecho”. (Juan 1:1-3).
El versículo 14 explica quién era este “Verbo”: “Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad”. Jesucristo es el único ser celestial que se ha convertido en ser humano para vivir en este mundo. Es mucha la información de estos pocos versículos acerca de la naturaleza de Jesucristo: 1) Era Dios; 2) Desde el principio estuvo con otro ser llamado Dios; 3) Era el “Verbo” (Logo en griego) o vocero del Padre. El versículo 18 hace referencia al Padre: “A Dios nadie (ningún ser humano) le vio jamás”, se refiere al otro ser llamado Dios.
Tanto la primera carta de Juan como dos de las epístolas de Pablo brindan excelentes observaciones relacionadas con aquellas primeras frases del cuarto evangelio. Como por fuerza de costumbre, Juan comienza su primera epístola diciendo: “Lo que era desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado, y palparon nuestras manos tocante al Verbo de vida (porque la vida fue manifestada, y la hemos visto, y testificamos, y os anunciamos la vida eterna, la cual estaba con el Padre, y se nos manifestó); lo que hemos visto y oído, eso os anunciamos, para que también vosotros tengáis comunión con nosotros; y nuestra comunión verdaderamente es con el Padre, y con su Hijo Jesucristo” (I juan 1: 1-3). Esta carta, lo mismo que los versículos iniciales del Evangelio de Juan, explican claramente que el ser con quien ellos habían vivido, laborado, jugado, nadado y pescado era ni más ni menos que un miembro de la Divinidad quien era como Dios el Padre y había estado con Él.
El apóstol Pablo escribió: “El cual (Dios Padre) nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo (Jesucristo), en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de los pecados. Él (Jesús) es la imagen del Dios invisible, el primogénito de la creación. Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles, sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él. Y él es antes de todas las cosas…” (Colosenses 1: 13-17; Compárese con Efesios 3:9). Aquí Pablo está señalando el amplio y enorme alcance de la obra y autoridad de Cristo en su época prehumana.(1).
El apóstol Juan, inspirado por el Espíritu Santo, hace hincapié una y otra vez en la preexistencia de Jesucristo como Dios antes de su nacimiento humano, y este tema se destaca a todo lo largo de su evangelio. Veámoslo de nuevo en el primer capítulo: “…En el mundo estaba, y el mundo por él fue hecho; pero el mundo no le conoció” (Juan 1:10). Si el creó el mundo, tuvo que anteceder a su obra creada. Más cuando vino en carne humana la enorme mayoría de los que habían tenido la oportunidad de conocerlo rechazaron a su propio Creador. Juan el Bautista planteó este mismo tema y fue citado por el mismo apóstol Juan: “Juan (el Bautista) dio testimonio de él, y clamó diciendo: Este es de quien yo decía: El que viene después de mí; `porque era primero que yo” (Juan 1:15). ¿Acaso Juan el Bautista estaba hablando en galimatías sobre temas espirituales? ¡No! Él fue engendrado y nació en carne humana antes de Jesús (Lucas 1:35-36, 57-60). Pero Jesús fue Dios desde mucho antes de la concepción de Juan el Bautista, lo repite: “Después de mí viene un varón, el cual es antes de mí; porque era primero que yo” (Juan 1:30).
Juan reveló que Cristo tenía poderes vedados a los seres humanos normales, si bien estaba sujeto a los impulsos y tentaciones de la carne (Hebreos 4:15). Cuando Cristo llamó a Natanael como discípulo (más tarde sería apóstol) ocurrió lo siguiente: “Cuando Jesús vio a Natanael que se le acercaba, dijo de él: He aquí un verdadero israelita, en quien no hay engaño. Le dijo Natanael: ¿De dónde me conoces? Respondió Jesús y le dijo: Antes que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi. Respondió Natanael y le dijo: Rabí, tú eres el Hijo de Dios…. Respondió Jesús y le dijo: ¿Por qué te dije: Te vi debajo de la higuera, crees? Cosas mayores que estas (milagros) verás” (Juan 1: 47-50).
Nótense también los últimos tres versículos del capítulo 2 de Juan: “Estando en Jerusalén en la fiesta de la pascua, muchos creyeron en su nombre, viendo las señales que hacía. Pero Jesús mismo no se fiaba de ellos, porque conocía a todos, y no tenía necesidad de que nadie le diese testimonio del hombre, pues él sabía lo que había en el hombre (Versículo 23-25). Cristo, el Creador, había hecho al ser humano y conocía muy bien sus debilidades.
Juan sabía cuál era el origen de Jesús. Citándolo declara: “Nadie subió al cielo, sino el que descendió del cielo; el Hijo del Hombre, que está en el cielo” (Juan 3:13). Luego prosigue el tema en la segunda mitad del capítulo: “El que de arriba viene, es sobre todos; el que es de la tierra es terrenal, y cosas terrenales habla; el que viene del cielo, es sobre todos. Y lo que vio y oyó, esto testifica; y nadie (es decir, la gran mayoría) recibe su testimonio. El que recibe su testimonio, éste atestigua que Dios es veraz. Porque el que Dios envió, las palabras de Dios habla; pues Dios no da el Espíritu por medida” (versículos 31-34). En el cielo, antes de su nacimiento humano, nuestro Salvador vio y oyó el mensaje que más tarde pronunciaría en la tierra. En una conversación con los líderes religiosos de la época declaró: “Aunque yo doy testimonio acerca de mí mismo, mi testimonio es verdadero, porque sé de dónde he venido (del cielo) y a dónde voy (al cielo)” (Juan 8:14). En los versículos 23 y 28 continuó: “Vosotros sois de abajo, yo soy de arriba; vosotros sois de este mundo, yo no soy de este mundo… Cuando hayáis levantado (crucificado) al Hijo del Hombre, entonces conoceréis que yo soy, y que nada hago por mí mismo, sino que según me enseñó el Padre, así hablo”. Versículo 26: “…el que me envió es verdadero; y yo, lo que he oído de él, esto hablo al mundo”. Versículo 38: “Yo hablo lo que he visto cerca del Padre…” Versículo 42: “…no he venido de mí mismo, sino que él me envió”.
En el largo diálogo de Jesús con los fariseos estos le plantearon el tema de Abraham (el máximo héroe nacional judío). Jesús les explicó: “Abraham vuestro padre se gozó de que había de ver mi día; y lo vio, y se gozó” (Versículo 56). Aquel que se convirtió en Jesús había hablado y caminado con el patriarca Abraham (Génesis 12:1-4; 13: 14-18; 17: 1-22; 18: 1-33; 22: 1-2). Los jefes religiosos, desde luego, no captaron lo que Jesús les estaba diciendo, pues le contestaron: “Aún no tienes cincuenta años, ¿y has visto a Abraham? Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: antes que Abraham fuese, yo soy” (Juan 8:57-58). Jesucristo era el mismo Dios que había caminado y hablado con Moisés en el desierto, el mismo “Yo Soy” (ver Éxodo 3:14) que sacó de Egipto a los hijos de Israel. Pablo lo explica claramente: “Porque no quiero, hermanos, que ignoren que nuestros padres todos estuvieron bajo la nube, y todos pasaron el mar (Rojo); y todos en Moisés fueron bautizados en la nube y en el mar… porque bebían de la roca espiritual que los seguía, y la roca era Cristo” (1 Corintios 10: 1-4). Este mismo personaje de la divinidad presidió el diluvio en tiempos de Noé. Pedro nos da los detalles: “porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu; en el cual también fue y predicó a los espíritus (demonios) encarcelados, los que en otro tiempo desobedecieron, cuando una vez esperaba la paciencia de Dios en los días de Noé, mientras se preparaba el arca, en la cual pocas personas, es decir, ocho, fueron salvadas por agua” (1 de Pedro 3: 18-20).
Las afirmaciones más enfáticas acerca de la preexistencia de Cristo aparecen en el libro de Juan, texto que hace el mayor hincapié en el hecho innegable de que Jesucristo fue Dios antes de su nacimiento humano. Aún el fariseo Nicodemo le dijo a Jesús: “Rabí, sabemos que has venido de Dios como maestro…” (Juan 3:2). Jesús declaró ante los jefes de esa secta: “Mi padre hasta ahora trabaja, y yo trabajo. Por esto los judíos aún más procuraban matarle, porque no sólo quebrantaba el día de reposo, sino que también decía que Dios era su propio Padre, haciéndose igual a Dios” (Juan 5:17-18). Si usted, amable lector de esta página tiene hijos o hijas, éstos se encuentran en el mismo plano de existencia que usted tiene. No son seres inferiores, como los animales. Jesús era igual a Dios en el sentido de que existió en el mismo plano divino. Ciertamente, el Padre es mayor en cuanto a autoridad: “…el Padre mayor es que yo” (Juan 14:28).
Prosiguiendo la conversación con los fariseos, Jesús insistió en que verdaderamente era el Hijo de Dios: “De cierto, de cierto os digo: No puede el Hijo hacer nada por sí mismo, sino lo que ve hacer al Padre; porque todo lo que hace el Padre, el Hijo hace igualmente. Porque el Padre ama al Hijo, y le muestra todas las cosas que él hace; y mayores obras que estas le mostrará, de modo que vosotros os maravilléis. Porque como el Padre levanta a los muertos, y les da vida, así también el hijo a los que quiere da vida” (Juan 5: 19-21). Jesús tiene los mismos poderes que tiene el Padre porque Él también es Dios. Jesucristo dijo: “Yo y el Padre uno somos” (Juan 10: 30). No que sean el mismo ser, sino que son uno en propósito, uno en su plan, y ante todo, uno en el sentido de que pertenecen a la misma familia divina. Las personas en tiempo de Jesús que lo vieron a Él, veían cómo actuaría un miembro de la familia de Dios si estuviera aquí en la tierra… específicamente, el Padre: “Jesús clamó y dijo: El que cree en mí, no cree en mí, sino en el que me envió; y el que me ve, ve al que me envió” (Juan 12: 44-45).
Hemos dejado claro, en este enfoque teológico, el hecho de que Jesús fue Dios antes de su nacimiento humano. Veamos un versículo más que así lo confirma: “Ahora, pues, Padre, glorifícame tú al lado tuyo, con aquella gloria que tuve contigo antes que el mundo fuese” (Juan 17:5). Jesús fue un ser divino glorificado antes que existieran ángeles o seres humanos. Es más, Jesús ha existido eternamente como Dios, pero se despojó de su gloria y descendió a la tierra como ser humano, entre otras cosas, para morir por los pecados de toda la humanidad.
Pablo escribió a los filipenses: “Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz” (Filipenses 2: 5-8). Luego Pablo destaca el hecho de que Jesús ahora ha regresado a su gloria antigua: “Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla (Dios no permite que los seres humanos adoren a otros seres humanos, ni siquiera a los ángeles, sino únicamente a los miembros de la familia Divina) de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra, y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre” (Versículos 9-11).
También Juan habló de este hecho. Nótense las palabras de Cristo en su oración al Padre: “Y ya no estoy en el mundo… y yo voy a ti” (Juan 17: 11).
Anteriormente, Jesús había dicho a sus discípulos: “… ¿Pues qué, si viereis al Hijo del Hombre subir adonde estaba primero?” (Juan 6:62). Más tarde, ellos vieron precisamente eso (Hechos 1:9); Juan 7:33: “Entonces Jesús dijo: Todavía un poco de tiempo estaré con vosotros, e iré al que me envió”.
Hablando de la última pascua Jesús observó como ser humano, Juan comienza el relato diciendo: “Antes de la fiesta de la pascua, sabiendo Jesús que su hora había llegado para que pasase de este mundo al Padre…” (Juan 13:1). El apóstol repite este importantísimo tema una y otra vez: “Salí del Padre, y he venido al mundo, otra vez dejo el mundo, y voy al Padre” (Juan 16:28).
Jesús fue Dios antes de su nacimiento humano. Fue Dios en la carne mientras se hallaba en forma humana en la tierra. Y ahora es Dios, sentado a la diestra del padre en el cielo. Pero ¿es esto todo lo que podemos saber? Jesús le dijo a María Magdalena: “No me toques, porque aún no he subido al Padre; más ve a mis hermanos, y diles: Subo a mi Padre y a vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios” (Juan 20: 17).
En este versículo Jesús se estaba igualando a sus discípulos y futuros apóstoles aunque Él era su amo y Señor (Juan 13:13). ¿Qué significan sus palabras? El mismo nos da la respuesta: “Entonces los judíos volvieron a tomar piedras para apedrearle. Jesús les respondió: Muchas buenas obras os he mostrado de mi Padre; ¿Por cuál de ellas me apedreáis? Le respondieron los judíos, diciendo: Por buena obra no te apedreamos, sino por la blasfemia; porque tú siendo hombre, te haces Dios. Jesús les respondió: ¿No está escrito en vuestra ley: Yo dije, dioses sois? (Salmos 82:6). Si llamó dioses a aquellos a quienes vino la palabra de Dios (y la escritura no puede ser quebrantada), ¿al que al Padre santificó y envió al mundo, vosotros decís: Tú blasfemas, porque dije: Hijo de Dios soy?” (Juan 10:31-36). Este pasaje central de las Sagradas Escrituras revela, aunque algunos no quieran creerlo, que el ¡destino final del hombre es convertirse en miembro de la familia de Dios!
Veamos nuevamente la primera carta de Juan: “Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser: pero sabemos que cuando él (Cristo) se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es” (1 Juan 3:2). ¿Entendemos cabalmente lo que Juan está afirmando aquí? Así como Dios se convirtió en hombre, ¡el hombre puede convertirse en Dios! Los dos planos son intercambiables, bajo ciertas condiciones. El hombre ha de convertirse en Dios así como Cristo en Dios. Este, en pocas palabras, ¡es el trascendental propósito de la vida humana!
“Y TODO AQUEL QUE TIENE ESTA ESPERANZA EN ÉL, SE PURIFICA A SÍ MISMO, ASÍ COMO ÉL (CRISTO) ES PURO” (1 Juan 3:3).
¿Qué puede hacer cada hombre y mujer para asegurar su participación en ese glorioso acontecimiento?
Amigo lector, si Usted aún no ha recibido a Jesucristo, como su ÚNICO DUEÑO Y SALVADOR, lo invito para que tenga un diálogo directo con el Creador de todas las cosas; si gusta escribanos a través de la subpágina Contacto y le visitaremos para decirle como llegar a Cristo. Acérquese a un cristiano y pídale que le hable de Él, congréguese en una iglesia cristiana donde se le adore y glorifique y pueda, así, usted, ser recibido en su Reino. ¡!Dios te bendiga grandemente!!
Fuente Bibliográfica: 1. Schroer, John ,Quien era Jesús, Editorial Ultimos dias, EU., 1983.